Estas semanas cortas con un puente por llegar son de lo más insípidas. Hoy llegaba al trabajo en el metro de lo más tranquilo, he cedido mi privilegiado asiento a una chica embarazada (hay que ganar el mayor número de puntos posibles al Karma) acto que me ha agradecido silente, sin mirarme a la cara (seguro que lo habrá susurrado con todas sus fuerzas). En mi parada un niño era perseguido por los azotes de su madre (con que nitidez se me presenta este tipo de situaciones, cada vez queda menos para ser uno de ellos), que lástima que no se pueda conseguir el mismo efecto con algún proveedor cuando jode un trabajo, cogerle de la mano y tras un enérgico tirón de la muñeca aplicar dos azotes sonoros, mientras reprochamos: NO ASÍ NO!!.
Hoy pasarán las horas despacio... horas insípidas (con la cantidad de cosas que tengo por hacer).
3 comentarios:
si te aburres te mando trabajo ;)
horas tontas para el gran puente,, y yo sólo veo las ramitas de los árboles que se mueven como si las chillarán!!!
No es por la cantidad de curro; el problema es que estaba acelerado con la entrega de varios proyectos simultáneos, al desacelerar y quedarte con lo de siempre te sobra tiempo entre las horas, y se me hace eterno.
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